La lengua es quizá uno de los músculos más importantes de nuestro cuerpo. Sin ella no podríamos realizar correctamente funciones como masticar, tragar, sentir el gusto de los alimentos e incluso hablar. Se dice que es el músculo más poderoso del cuerpo en relación tamaño-fuerza, pero aún así es el gran olvidado de la limpieza bucodental. Es el único conjunto de músculos voluntarios que no se fatiga y, al igual que las huellas digitales, es diferente en cada persona. Siendo tan única, deberíamos tenerla en alta estima, sin embargo, muchas personas la excluyen de su higiene bucal. La lengua, por su anatomía, es la parte de la boca donde se acumulan más bacterias, y si no la limpiamos correctamente nuestro cepillado no habrá servido de nada.
LIMPIARSE LA LENGUA:....
Elimina el mal aliento (halitosis). En el 90 % de los casos el origen del mal aliento está en la boca y está asociado al denominado cubrimiento lingual (bacterias en la parte posterior de la lengua).
Previene la caries, gingivitis y periodontitis. Las bacterias se alojan especialmente en las papilas de la lengua y, desde ahí, logran colocarse sobre la superficie de los dientes, provocando la formación de placa bacteriana, causante de estas tres enfermedades.
Limpiarse la Lengua Mejora el sentido del gusto.
Es sumamente importante que conozcas tu lengua. No todas las lenguas son iguales, algunas requieren un cuidado especial. Los fumadores o las personas que respiran por la boca o toman medicamentos que secan la boca son más propensas a tener una lengua seca o blanca. Si tu lengua está muy seca cuando la limpias o raspas, podrías dañar el tejido, por lo que es aconsejable hacerlo justo después de cepillar los dientes, cuando la boca todavía se encuentra húmeda.
Préstale atención. Una inspección regular de tu lengua puede ayudarte a detectar el cáncer bucal, entre otras varias enfermedades o deficiencias. Saca tu lengua frente al espejo y revísala bien , superior, inferior y los lados. Comprueba que no haya cambios en su color, cortes o zonas blancas o rojas que no sanen después de una semana o dos. Si detectas algo inusual, consulta a tu dentista.
Como se debe uno limpiar la lengua?
Después de habernos limpiado los dientes, sacamos la lengua y pasamos el limpiador de lengua• a modo de raspado desde la zona más interna de la lengua hacia la punta. No debemos realizar una presión excesiva, pero sí es importante repetir este gesto varias veces, echando agua en el limpiador entre cada pasada y asegurándonos que llegamos a todas las partes de la lengua (incluyendo los lados). Una vez terminado el cepillado de los dientes y la lengua podemos complementar el lavado con un enjuague sin alcohol, que nos ayudará a eliminar las bacterias restantes.
Sabias que la lengua puede decirte si tu cuerpo está sano?
Este músculo capaz de saborear y hablar, entre muchas otras cosas, también se caracteriza por decirnos como está funcionando a nivel general nuestro cuerpo. En general, una lengua “rosadita y parejita” es señal de buena salud. Por el contrario, cuando observamos una lengua cubierta con una capa blanca, endiduras, marcas de dientes en los bordes o “baches”; entonces seguramente nuestros órganos están obstruidos y no digerimos bien los alimentos. El Ayurveda y la medicina tradicional china han practicado este tipo de inspección visual durante miles de años. Para empezar, la lengua como los pies, manos y orejas están relacionados con ciertos órganos del cuerpo. Entonces si observamos la imagen de abajo podemos tener una mejor idea de qué órganos están en desorden de acuerdo a la acumulación de ama (toxinas).
Tener una lengua sana es el reflejo del cuidado y atención que le prestamos a éstos órganos, por lo tanto deberíamos poner más atención al mantenimiento que les damos para evitar problemas mayores.
Por ejemplo, de acuerdo a los tres doshas de Ayurveda (constitución física y metabólica del cuerpo, incluso a nivel mental) Vata, Pitta y Kapha; podemos distinguir algunos padecimientos o desequilibrios propios de cada dosha y equilibrarlos a través de nuestros hábitos, nuestra alimentación y nuestra percepción mental. Recuerda que el cuerpo no sólo se nutre de los alimentos que ingerimos, también de las impresiones que absorbemos con la mente.
•Existen en el mercado ya varios tipos de limpiadores de lengua; el tradicional hecho de bronce que si se cuida convenientemente puede durar toda una vida! :-) solo basta con pasarle limón y sal para limpiarlo y mantenerlo brillante, pero esto no debe hacerse a diario. O bien los que venden en farmacias o son prescritos por tu odontólogo; generalmente son hechos de plásticos. Es recomendable cambiarlos, pues son desechables.
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